La discusión, pues...no radica desde mi punto de vista en que no se haya conseguido el objetivo de la funcionalidad para la que estaba predestinada esta obra arquitectónica. Obra arquitectónica que hay que englobar dentro de un conjunto más amplio como es la Ciutat de les Arts i les Ciencies. Bien es cierto que no coincido con D. Amadeo Serra en que no se haya alcanzado su funcionalidad primera, lo cual lo pongo en duda, ya que considero y en este punto si que creo estar en la misma línea en muchas ocasiones el arte y la arquitectura, sobre todo la pública, está en función de los deseos y objetivos de los poderes políticos que se encuentran en ese momento. Así, el Palacio de las Artes de Reina Sofía como el resto del conjunto arquitectónico de la Ciutat de les Arts i les Ciencies cumplen su función primera que es dejar la huella política del paso de un partido de un determinado color en la ciudad de Valencia, con unos fines de grandeza y de atracción del turismo. Se podrá o no estar de acuerdo pero éste es el primer objetivo y como tal está logrado, las funciones a las que están dirigidas cada estructura están relegadas en este caso a un segundo plano pues lo que se buscaba con este conjunto arquitectónico es que la ciudad de Valencia fuese un hito, una referencia a nivel internacional.Esto no sólo ocurre con este ejemplo del que he estado tratando...
, en el título he mencionado la Catedral de Reims D. Amadeo Serra ha insistido mucho en la funcionalidad de las catedrales como lugar de culto. Pero realmente han sido la muestra más viva de mostrar el poder de la Iglesia y des 'évêques et archévêques' frente al poder creciente y 'terrenal' (que ironía) de reyes y nobles. En este caso probablemente si esta misma pregunta se la hiciésemos a San Fco. d'Assisi, probablemente no consideraría las catedrales como el mejor lugar de culto al igual que Jesús de Nazareno si nos basamos tanto en evangelio apócrifos como en los que sigue fielmente la iglesia Católica que tanto alarde hace de sus riquezas y poder.
Otro ejemplo de la arquitectura cuya finalidad primera está a disposición de los designios de la clase política la tenemos en San Gimignano ciudad medieval de la Toscana italiana, cerca de Siena y Firenze, cuya clase política o familias nobiliarias en conjunto a mayor riqueza mandaban construir torres, unas después de otras, la cual más alta como falos encendidos por bellas doncellas, para demostrar su poderío económico; y no tanto para atisbar un peligro o anunciar al resto de la población en evento.
